Persona firmando papeles

Lo normal es que una vez pasado el duelo, uno se pregunte sobre el testamento y diversos documentos que conviene dejar bien atados antes de irse. Lo cierto es que cada vez es menos frecuente que no haya nada escrito ni firmado cuando un familiar fallece. Es decir, cada vez son más los que plasman en un documento su voluntad sobre cómo han de repartirse sus bienes cuando falten.

Esta práctica “moderna” está más extendida entre los ciudadanos más contemporáneos, los jóvenes que prefieren dejar todo bien cerrado antes de que pase alguna terrible tragedia. Es un cambio drástico si miramos a nuestro pasado; no obstante, el cambio ha sido muy destacado, produciéndose un aumento del 30% de testamentos escritos en la última década, según cifras del Consejo General del Notario. Concretando más los datos, podemos decir que en 2007 se firmaron bajo notario 31.833 testamentos y este año, en 2018, se estima que la cifra se eleva por encima de los 42.000.

¿Por qué han crecido tanto los testamentos?

La tendencia responde a cuestiones económicas, sociales y culturales que terminan en una cuestión en común: cada vez son más los jóvenes que están intentado dejar todo zanjado y firmado por si ocurre cualquier cosa. Según los expertos, los jóvenes tienen la mentalidad de planificar con antelación la sucesión debido, por ejemplo, a que viajan más que antes.

Lo cierto es que los jóvenes de hoy en día arriesgan más sus vidas viajando, practicando deportes de más riesgo o moviéndose muchísimo más por todo el mundo, ya sea por trabajo u otros factores. Esta es una de las razones principales por las que los jóvenes prefieren planificarlo todo y firmar el testamento para que, si ocurriese algo, no haya problemas para los sucesores.

Asimismo, la divulgación de la idea del precio asequible ha ayudado para que los jóvenes tomen esta decisión. Firmar el testamento ante notario cuesta entre 38 y 50 euros, por lo que es un precio bastante asequible para cualquier persona que quiera organizar y planificar un poco su vida.

Ventajas a la hora de firmar el testamento en Euskadi

Además de planificar la vida y dejar todo atado y firmado para que los sucesores no tengan ningún problema, la entrada en vigor de la nueva Ley de Derecho Civil Vasco supuso un cambio muy importante que provocó el aumento de firmas de testamentos. Casi 6.000 personas más decidieron de un ejercicio a otro formalizar su testamento al conocer que el cambio legal les otorgaba mayor flexibilidad a la hora de ceder sus bienes.

Y es que a partir de la entrada en vigor de la nueva ley, los firmantes tienen más libertad a la hora de reducirse la legítima de los hijos. Es decir, antes de la modificación, dos terceras partes debían destinarse a los hijos; no obstante, con el cambio de la ley, ha pasado a exigirse solo un tercio obligatoriamente a los hijos. Un importante dato que ha animado a muchos a firmar testamento en edades más tempranas.

Además, la ley ya permite no dejar los bienes a todos los hijos por igual, estudiando casos de malas relaciones familiares. Por tanto, si un padre quiere desheredar a uno de sus hijos, puede hacerlo. Los expertos señalan que la mayoría de estos casos son causados por haber sufrido maltrato psíquico y físico.

De hecho, uno de los problemas que surgen en casos de conflicto familiar es el destino de la casa o el piso. Con la nueva ley, el derecho a la vivienda se lo queda el cónyuge que quede vivo, solo si no vuelve a hacer vida marital con otra persona.